CÓMIC PARA TODOS

‘Hombre’, de Peter Wiechmann y José Rafael Méndez

hombreEditorial: Aleta.

Guión: Peter Wiechmann.

Dibujo: José Rafael Méndez.

Páginas: 192.

Precio: 19,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2015.

Hay dos elementos fundamentales que definen Hombre, la obra que crearon entre Peter Wiechmann y José Rafael Méndez en los años 70. En primer lugar, hay un claro objetivo documental y didáctico. La serie es, por encima de todo, un recorrido por el salvaje oeste que quiere partir de la realidad para insertar en ella la historia de ficción de su protagonista, Baltimore O’Hara, un hombre acusado de asesinato y que, en su huida y perseguido por un agente de la Pinkerton, renuncia a su nombre, pasa a ser conocido como Hombre y va demostrando sus habilidades para moverse con nobleza en unos tiempos tan peligrosos. En segundo lugar, y quizá movido por esos mismos objetivos, Hombre es un deleite visual inagotable. Méndez, uno de esos dibujantes que no han recibido dentro de nuestras fronteras el reconocimiento que merecen y que desarrolló todo su trabajo en Francia y Alemania, ofrece aquí unas ilustraciones maravillosas que, efectivamente, acompañan con maestría la labor documental que Wiechmann asume desde el principio. Quizá el paso de los años haya hecho que Hombre sea una obra cada vez más confinada a los amantes del western, pero el antagonismo y la cercanía que se establece con inteligencia entre el protagonista y su perseguidor, además de otros muchos temas que se tratan, hace que no sea una serie que se haya quedado vieja.

Si hay algo que hay que alabar a Wiechmann, y también a Méndez, que colaboró en los guiones más allá de su trabajo con los lápices, es que la descripción no merma la ficción. Es decir, que estamos ante un tebeo que puede servir sin ningún problema para explicar cómo era aquella época de la historia norteamericana en aspectos de lo más diverso, desde lo más cotidiano a lo más excepcional, a un lado y otro de la ley, el uso de los animales y de las armas, la vida de indios y hombres blancos, e incluso aspectos sobre la vida de la mujer, aunque este sea un aspecto que no se toca demasiado, pero al mismo tiempo sigue siendo la historia de una huida que no se desvía demasiado, por ejemplo, de la famosa serie de televisión El fugitivo, sólo que ambientada en el oeste. La comparación no es banal porque hay una clara apuesta por la relación de lealtad que se forja entre perseguidor y perseguido, que es la base de ese conflicto y que se resuelve muy satisfactoriamente en el capítulo final, que da un cierre total a la odisea de Hombre. Eso y el enorme acierto en los diálogos suponen los aspectos más positivos de la serie. El hecho de que la historia se divida en diez segmentos es algo que facilita bastante la lectura e impide que la gran cantidad de información que hay en estas páginas llegue a interferir en el ritmo.

En realidad, aunque hay escenas de acción y el tono general es bastante uniforme, Hombre requiere un paso muy pausado por las páginas, tanto por esa gran cantidad de texto como por el preciosista detalle de las ilustraciones de Méndez. Sobre todo por eso último, porque el ilustrador pone tanto esmero, cuidado y cariño en realizar cada viñeta que casi parecería una ofensa no deleitarse con cada una de ellas. Méndez apuesta por un realismo casi fotográfico, acentuado además por ese bitono sepia que remite directamente a las imágenes reales que también se ofrecen en el libro. No hay nada que se le resista a Méndez a la hora de mostrar una de las más fascinantes y hermosas recreaciones de western, ni los medios de transporte (desde canoas hasta el tren, pasando por las ineludibles diligencias), ni los animales (la forma en que dibuja caballos es portentosa), ni los rostros (a los que dota de una personalidad propia espectacular, huyendo de modelos más o menos parecidos), ni la vestimenta. Todo rezuma un magnífico clasicismo realista que nos recuerda que forma parte de un cómic con unas cuantas décadas de vida pero que, precisamente por su altísima calidad gráfica, se puede disfrutar hoy en día con la misma intensidad. Así, Hombre tiene que enfrentarse a un algo absurdo recelo que despierta el western en nuestro días y a ese paso del tiempo, pero sale más bien triunfante.

Hombre apareció originalmente en la revista YPS entre 1978 y 1980. El contenido extra del volumen lo forman diversos artículos sobre la vida en el oeste, relatando aspectos que sirven de base a cada uno de los segmentos de la historia, acompañados por multitud de imágenes reales, un recorrido por los orígenes de Hombre y un retrato de Rafael Méndez, todo escrito por Peter Wiechmann.

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Esta entrada fue publicada en 18 junio, 2015 por en Aleta, Cómic, José Rafael Méndez, Peter Wiechman y etiquetada con , , , .

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