CÓMIC PARA TODOS

‘Quantum and Woody’ 1, de James Asmus y Tom Fowler

qw_ 01_portadaEditorial: Aleta.

Guión: James Asmus.

Dibujo: Tom Fowler.

Páginas: 128.

Precio: 12 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Febrero 2015.

Uno puede tener la sensación de que ya hay muchos tebeos de superhéroes que se toman a cachondeo este mundo, que exploran sus lados más divertidos, macarras e incluso irreverentes. Y luego lee Quantum and Woody, se parte continuamente de risa y destierra esa sensación mientras leer este primer volumen de lo que ya se anuncia en la cubierta como «el peor supergrupo del mundo». La serie reimagina la del mismo título que vio la luz en los años 90. Aunque no se conozca el original o no se haya leído, basta un vistazo a las cubiertas originales para ver detalles aún más desternillantes en esta nueva versión de James Asmus y Tom Fowler, que se ríen del uniforme de superhéroes que llevaban entre otros muchos detalles, incluso la aparición de la cabra que aparece en la cubierta del recopilatorio y que en el interior se hace de rogar hasta el último número. Palabra, no va a decepcionar a nadie la escena en la que aparece. La serie, cruce esencial entre el cómic de superhéroes y las buddy movies que responde a las expectativas generadas con premios y parabienes de la crítica, se ríe de todo lo que se puede reír, desde lo políticamente correcto en cuestiones de raza a los clichés más manidos de los géneros que toca, y lo hace con un estilo visual deslumbrante y divertido, con una historia que no deja de parecer todavía mejor a cada página que pasa.

Y en realidad todo funciona por la enorme habilidad que muestra Asmus para escribir la historia, porque no hay en ella nada demasiado rompedor y original. Es el origen de dos superhéroes, lo que no deja de ser algo típico. Juega con el conflicto no ya entre dos personajes de caracteres diametralmente opuestos sino entre un blanco y un negro, que para colmo son hermanos (o algo parecido) en una familia desestructurada de esas que tan fácilmente aparecen en el cómic del género. Y el relato no se sale en ningún momento de la misión de venganza e investigación de un crimen que da origen a tantos personajes enmascarados. Pero es que el camino es endiabladamente divertido. Asmus maneja a los personajes con un acierto impresionante, con unos diálogos divertidísimos, en los que se cuelan referencias culturales excepcionalmente bien hiladas y situaciones delirantes que, casi contra todo pronóstico, funcionan a las mil maravillas. Lo realmente difícil en Quantum and Woody es encontrar algo que esté fuera de lugar, porque las irreverencias, los gags, lo estrambótico que les sucede a los protagonistas tiene siempre una razón de ser, todo contribuye a edificar el relato o perfilar a los personajes. Y encima Asmus es capaz de dar rienda suelta a su imaginación para que la historia se salga del tópico. Sólo cabe calificar su trabajo de brillante.

Como es tan brillante el guión, habría sido un pecado que lo arruinara el ilustrador. Pero todos tranquilos, porque lo que hace Tom Fowler se va directamente al otro lado del espectro de calidad: el dibujo es igualmente estupendo. Como la misma serie, Fowler se mueve entre el realismo más absoluto y la caricatura más sutil. ¿Y eso cómo encaja en Quantum and Woody? Francamente bien, porque es una serie que no quiere dejar de parecer verosímil, es la clave para que los personajes generen empatía incluso dentro de sus asombrosos sucesos, pero al mismo tiempo tiene que ser desternillante, algo que se ve en los dibujos casi sin necesidad de los diálogos. Como es un dibujante que domina la anatomía y la gestualidad de los personajes al mismo nivel que los elementos más fantásticos, cumple con la doble exigencia que tiene la serie: es divertida y es espectacular. Y además, lo es desde la primera a la última página, sin altibajos ni momentos que no encajen. Fowler lo borda. Asmus lo borda. Quantum and Woody, sabiendo exactamente lo que quiere ser, se convierte en una serie de referencia para cualquiera que busque un tebeo de superhéroes con el que morirse de risa sin perder la acción que necesita el género. Igual alguno se lleva las manos a la cabeza si a Quantum and Woody se le pone la etiqueta de imprescindible, pero en su clase lo es. Y se puede afirmar con absoluta rotundidad.

El volumen incluye los cuatro primeros números de Quantum and Woody, publicados originalmente por Valiant entre julio y octubre de 2013. El contenido extra lo forman las cubiertas originales de Ryan Sook, las alternativas de Tom Fowler, Marcos Martín, Andrew Robinson, Tony MillonaireEmanuela Lupacchino, Valerio Schiti, Brian Hughes, Juan Doe, Donovan Santiago y Ron Guillory, y Las historias semanales de Quantum y Woody, el webcómic que Valiant publicó antes de lanzar la serie.

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Esta entrada fue publicada en 4 mayo, 2015 por en Aleta, Cómic, James Asmus, Tom Fowler, Valiant y etiquetada con , , .

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