CÓMIC PARA TODOS

‘Dos Espadas’ 1, de Kenny Ruiz

01284000101_gEditorial: Norma.

Guión: Kenny Ruiz.

Dibujo: Kenny Ruiz.

Páginas: 192.

Precio: 8 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Noviembre 2014.

Cuando un cómic, un manga o un gaijin como es el caso, tiene una presentación tan trepidante, divertida y bien hecha como la del primer volumen de Dos Espadas, casi todo está ganado antes de empezar la lectura de verdad. Y si la forma en la que continúa es una progresión tan clara como la de esta serie, con mucho más motivo. Puede que Cira Dos Espadas sea un personaje nacido del arquetipo, puede que incluso en su historia se transiten muchos lugares comunes a tantas otras obras de fantasía heroica, pero cuando se crea un relato tan apasionante, tan bien dibujado y orquestado, y con unos personajes tan atractivos visual y psicológicamente, la única posibilidad de es caer en las garras de un autor, Kenny Ruiz, que maneja a su antojo los tiempos y el estado de ánimo del lector para que se mueva de forma paralela al de Cira. Kenny nos atrapa con la magia, nos fascina con el universo que crea, nos engatusa con la esgrima perfectamente integrada en la narrativa y en un combate memorable, y nos deja con la miel en los labios elevando el grado de espectacularidad en el tramo final. Si hay un manual del primer tomo de una serie, el arranque de Dos Espadas se acercaría mucho a la perfección. De alguna manera, Kenny respondió al sueño de muchos lectores construyendo el suyo propio, y eso es algo que no tiene precio.

El esquema básico de los diez primeros capítulos de Dos Espadas, los que forman este primer volumen, es bastante tradicional en muchos sentidos, en la presentación de los personajes e incluso en el desarrollo de la historia. ¿Qué hace entonces este relato tan especial? La forma en la que Kenny Ruiz lo moldea. Los personajes quedan presentados relativamente rápido, Cira con una espléndida escena de calor sabor aventurero en su arranque, y los que cobran importancia en esta parte del relato están ya en escena para el tercer capítulo, así que el desarrollo de la historia se vincula directamente a la acción. Y tiene mérito que el libro no pierda interés en ningún momento cuando el clímax está colocado en el cuerpo central, con tres episodios dedicados a un maravilloso combate entre Cira y Esthel, otro personaje sensacional que apenas necesita una conversación, un flashback y su actitud durante la batalla para quedar maravillosamente definido. Eso es el mejor ejemplo de la sencillez con la que Kenny Ruiz convence. No necesita grandes parlamentos ni tampoco complicaciones innecesarias, sus personajes crecen porque son mucho más que dibujos en dos dimensiones, porque bucean en lo más íntimo de cada uno generando una magnífica empatía en el lector. Y si a eso se añade un imaginativo despliegue de género, el arranque de Dos Espadas es, efectivamente, modélico.

Volviendo a ese cuerpo central, es lo que con mayor facilidad permite apreciar el talento de Ruiz como ilustrador. Cada movimiento, cada gesto, cada postura en el combate entre Cira y Esthel tiene una razón de ser, e incluso se explica, sea con la narración en off de la protagonista o con diálogos de los espectadores. En esos tres capítulos, el autor juega a su antojo con el tiempo casi como si estuviera ante un programa de edición de vídeo. Por momentos hay un vértigo impresionante, en otros instantes el tiempo se congela. El texto encaja a la perfección en el ritmo y la fantasía hace acto de aparición de la forma más espectacular. Es imposible no querer cada una de esas viñetas, que incluso le dan margen para insistir en un humor muy estilo manga que ayuda a que Dos Espadas sea un entretenimiento de primer nivel. Con unos diseños espléndidos, tanto de personajes como de escenarios, y una puesta en escena casi siempre perfecta en la que el puno de vista ayuda siempre a potenciar lo que tiene que mostrar cada viñeta, es dificilísimo encontrarle algún pero a este primer volumen de la serie. Desde luego, como arranque es excepcional, porque presenta unos personajes fascinantes, cierra una parte de la trama espectacular con el mencionado combate y concluye abriendo de una forma inmejorable la vía que permite que la serie continúe. Una pequeña gran delicia.

Glénat publicó originalmente el primer volumen de Dos Espadas en octubre de 2010. Esta reedición de Norma ha permitido al autor retocar muchas de las páginas para pulir defectos. El volumen contiene un divertido making of en viñetas con diseños y bocetos de la obra, así como un portafolio con ilustraciones de Óscar J. Vargas, Studio Kôsen, Mazi, Vicente Vegas, Joan Fuster, Víctor Santos, Javier Rcio, Enrique Vegas, Quim Boli y Xian Nu.

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Esta entrada fue publicada en 10 febrero, 2015 por en Kenny Ruiz, Manga, Norma y etiquetada con , .

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