Guión: Álvaro Muñoz y Juan Espadas.
Dibujo: Álvaro Muñoz y Juan Espadas.
Páginas: 48.
Precio: 9,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2014.
Bienvenidos al maravilloso y medieval mundo de perversiones lujuriosas que se han montado Álvaro Muñoz y Juan Espadas. Astaroth y Bernadette son un pequeño demonio que no hace más que buscar problemas de índole sexual a una joven que es, en realidad, la única persona que puede verlo. Y la historia acontece en un entorno medieval que hace aún más interesante la relación entre semejante criatura y una muchacha tan atractiva físicamente y que, a ojos de su padre, no hace más que avergonzarle con su lascivo comportamiento. Lo que Muñoz y Espadas montan, bajo sus respectivos pseudónimos de CoaX y Ensis, es una historia tan juguetona como salvaje, pronográficamente completa y fantásticamente divertida. Como suele suceder en cualquier género, y el porno no tiene por qué ser una excepción ni estar marcado por un estigma especial, la aceptación de las reglas es la premisa básica para el disfrute de una historia, y en este caso eso pasa por comprender que Astaroth es un demonio que gana poder por cada travesura sexual a la que somete a Bernadette. Por eso su empeño. Y como el mundo en el que acontece el relato es sexualmente desatado y algo perverso, lo políticamente incorrecto es la norma. Ahí está la clave.
Y esa es una clave divertida. No es necesario entrar en disquisiciones sesudas sobre ese tema o justificar la lectura sólo por su aspecto. La etiqueta «Sólo para adultos» de la portada es ya suficiente aviso. Así que lo que procede es disfrutar con la batalla que mantienen Bernadtte y Astaroth. Muñoz y Espadas dan un contexto más que simpático a esta contienda sexual, y crean una serie de personajes que ganan en interés página a página. La propia Bernadatte es una fascinante mezcla de una joven ingenua que en realidad sólo trata de no disgustar a su padre con otra sexualmente activa y diestra, con pocos reparos a la hora de solucionar sus problemas por esa vía. Es evidente que los castigos, perversiones y relaciones buscan el disfrute sexual más inmediato, y en eso el acierto es inmediato, ya desde la posición en la que aparece Bernadette en la primera página hasta el más que intrigante final que deja este primer volumen de la obra y que abre un escenario completamente nuevo y tan divertido como el inicial, en el que no hay un solo personaje que no tenga deseos sexuales perversos y fetichistas. Así es como Muñoz y Espadas acaban arrastrando al lector a su terreno con semejante facilidad.
Así y, por supuesto, con la combinación de sus capacidades como ilustradores. Porque Astaroth y Bernadette es un festín sobre todo por sus ilustraciones. También por las ideas que tienen sus autores, pero especialmente por la forma en la que las plasman. El tebeo es un magnífico juguete sexual, que destaca incluso en blanco y negro, pero también tiene un trabajo de ambientación formidable. Si es un tebeo de aspecto medieval, necesita parecerlo, y en ese sentido también cumplen sus responsables. Y en la fantasía también lo hacen, con su más que divertida visión del demonio… e incluso del Infierno. Y a muchos podrá parecerle imposible que en un tebeo pornográfico se destaque la composición de la página, pero es así. Muñoz y Espadas ponen un especial cuidado en la colocación de sus viñetas, en la disposición de cada página e incluso en la posición que cada personaje cumple en cada una de ellas, sea con posturas sexuales atractivas que satisfagan al más fetichista de los lectores pero también incluso con una simbología que se adecua perfectamente a la historia (la posición crucificada de Bernadette mientras recibe el remedio del cura). Sin prejuicios, Astaroth y Bernadette es una gozada.
El volumen tiene como contenido extra la portada de los tres primeros cuadernillos que contenían las historias originales.