Editorial: Planeta DeAgostini.
Guión: John Ostrander (idea de Ostrander y Jan Duursema)
Dibujo: Jan Duursema.
Páginas: 120.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Rústica sin solapas.
Publicación: Diciembre 2014.
Una vez leído este tercer y último volumen de Amanecer de los Jedi, una expansión del universo Star Wars que echa la vista atrás nada menos que unos 30.000 años con respecto a lo visto en las películas, sólo queda lamentar que este título sea una de las víctimas de la compra de Lucasfilm por parte de Disney y del regreso a Marvel de los derechos de los cómics de la franquicia. El motivo es simple. La serie ha ido en crescendo desde la primera a la última página. Amanecer de los Jedi sonaba intrigante e interesante en La tormenta de Fuerza (aquí, su reseña), mejoró notablemente en Prisionero de Bogan (aquí, su reseña) y culmina admirablemente bien en La guerra de la Fuerza, fácilmente considerable el mejor de los tres volúmenes por ser un auténtico clímax continuo en un escenario bélico que hace pensar de forma inmediata en las famosas guerras clon, tan utilizadas en la mitología de Star Wars durante los últimos años en el cómic o en la animación, pero con unos je’daii muy distintos a los Jedi que conocemos. John Ostrander y Jan Duurseman sacan aquí todo el jugo de la idea original tanto en el aspecto visual, que tampoco cambia demasiado con respecto a los dos volúmenes precedentes, como en la historia. La serie es fantástica para ver un Star Wars distinto y para aprender más sobre la Fuerza.
Lo que mejor hace Ostrander, ya veterano en el universo de la saga galáctica, en La guerra de la Fuerza es mantener un complejo equilibrio entre la acción y los personajes. Siendo un número que transcurre completamente en ese mencionado escenario bélico, lo fácil era dejarse llevar por él, colocar splash pages y escenas espectaculares para el lucimiento del ilustrador y cerrar la historia sin más. Pero Ostrander da a los personajes el protagonismo que merecen más allá de su aspecto o sus habilidades físicas. Es verdad que en el tramo final todo quizá todo sea algo demasiado casual, sin explorar vías diferentes de lo previsible, pero hay un esfuerzo para hacer que el personaje importe, de forma general pero sobre todo centrándose en Xesh, un sabueso de la Fuerza que centra todos los dilemas en cuanto a cuál es el bando correcto por el que luchar, y Shae Koda, la guerrera que mejor le sirve a Ostrander para mostrar buena parte de los dilemas que acechan a los Jedi de épocas posteriores (no sólo por el amor mutuo que sienten, sino por las consecuencias de dejarse llevar por la ira). Y a partir de ahí, sí, hay guerra, muchas batallas, traiciones, cambios de bando, escenarios impresionantes y muchos elementos que ayudan a que el deleite del lector más aficionado a la ciencia ficción de acción encuentre una satisfacción que trasciende al universo de Star Wars.
Si Ostrander es veterano en estas lides, qué decir de Jan Duursema, una de las ilustradoras que mejor ha sabido entender las posibilidades de Star Wars en el cómic durante los últimos años. Y en La guerra de la Fuerza lo vuelve a demostrar, con una escenas de batalla muy espectaculares, manteniendo y ampliando unos diseños muy atractivos y combinando con acierto criaturas (con variaciones agradecidas con respecto a lo más conocido de Star Wars) y personajes humanos. Y aunque los primeros puedan parecer más espectaculares, al final el corazón de Amanecer de los Jedi está en los segundos, como se puede ver en las escenas íntimas que comparten Xesh y Shae Koda Como la Fuerza tiene un gran protagonismo no sólo en este volumen sino en este segmento temporal de la saga, Duursema le da ese papel, y le sirve para adornar tanto las ya eficaces escenas de lucha de menor tamaño como los momentos de gran batalla entre muchos más personajes. Por supuesto, también el enfrentamiento final de este clímax continuo que supone La guerra de la Fuerza, una muy buena conclusión para una saga que evidencia que aún quedan caminos por descubrir en Star Wars y que, de alguna manera, queda inconclusa con su final abierto y que tiene muchas posibilidades sobre la mesa que se podrían aprovechar en el futuro.
El volumen incluye los cinco números de Star Wars: Dawn of the Jedi – Force War, publicados originalmente por Dark Horse entre noviembre de 2013 y marzo de 2014. El único contenido extra son las portadas originales de los números 2 y 4. La del número 5 sirve de portada a esta edición, mientras que la del número 3 es su contraportada.