Guión: James Robinson.
Dibujo: Yildiray Cinar y Nicola Scott.
Páginas: 96.
Precio: 8,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Diciembre 2013.
Con los dos primeros números de Tierra 2 (aquí, reseña del primero; aquí, del segundo) James Robinson presentó a los protagonistas de la serie con un oficio admirable y una historia espectacular y atractiva. Pues bien, ha llegado la hora de los villanos. Grundy aparte, pues él fue el enemigo de Flash, Green Lantern y Hawkgirl en esa primera gran batalla, los primeros números eran historias de héroes. Pero las de este tercer número de la edición española, que nuevamente dejan al lector ante un importante cliffhanger, son historias de villanos. Eso alcanza un punto en el primero de los cuatro números americanos que incluye esta entrega, en la que no aparece ninguno de los héroes y el protagonismo absoluto es para Steppenwolf y Furia. No es casualidad, por tanto, que su portada sea la que ha escogido ECC para su edición. Tras estos dos villanos, toca el turno de Wotan, protagonista indiscutible de la saga cuyo título se asoma a la cubierta, La Torre del Destino. Y Robinson sigue manejando la serie con mucho acierto. Grandes batallas, espléndidas manifestaciones de poder, tramas que colocan el mundo al borde de su fin al mismo tiempo que se tambalean los pequeños mundos de sus protagonistas, superhéroes carismáticos y una narración clara.
Hay que reconocerle a Robinson no sólo la habilidad para escribir un buen cómic de superhéroes, de esos que todavía mantienen un cierto toque clásico, sino también el acierto a la hora de ir haciendo que la serie crezca número a número. Eso nos lleva, una vez más, a ese clasicismo que tanto se agradece en un título que, siendo precisamente el que es, invita a evocar con nostalgia épocas pasadas. Si la historia empezó con la obligada presentación de los héroes de este mundo alternativo del universo DC, al alcanzar casi su primer año de publicación la serie está en un punto ya casi perfecto. Tenemos héroes, tenemos villanos, tenemos conflictos de pequeña y gran escala, no dejan de entrar actores tan nuevos como fascinante en el cuadro, e incluso lo que podría parece absurdo (¡la madre de Flash, y encima encarándose con Wotan!) acaba funcionando francamente bien. Robinson aumenta poco a poco la escala de su propuesta y es una de las series que, probablemente sin demasiadas pretensiones, más está dignificando la en ocasiones algo desconcertante propuesta de la editorial desde que decidió reiniciar su universo de superhéroes. Y dominando francamente bien la narración paralela en los distintos lugares en los que se desarrollan acciones trascendentes.
Como Robinson está creando un auténtico tebeo de superhéroes en el que la acción es esencial, necesita dibujantes espectaculares. En este sentido, Nicola Scott es garantía de éxito. Ya había demostrado lo bien que se lo pasaba con estos personajes en las dos anteriores entregas. El reino de Nabú y la introducción del Doctor Destino son elementos más que sobrados para admirar de la misma manera entusiasta el resultado de estos números. Si Scott ya disfruta cambiando continuamente la perspectiva de las viñetas para encontrar los ángulos más espectaculares, mostrar el interior de la Torre del Destino y su alterada realidad le permite firmar algunas de las mejores páginas de las que ha realizado hasta ahora en Tierra 2. Yildiray Cinar, el ilustrador que se ocupa del primero de los cuatro números de esta entrega, probablemente esté un peldaño por debajo de Scott, pero sabe explotar la espectacularidad que pide el guión de Robinson y disfruta (esta sigue siendo la palabra clave, a uno y otro lado de la página) especialmente con las escenas de Furia, a la que presenta en una impactante splash page, casi un brillante póster. Con estos mimbres, imposible no seguir disfrutando con el enorme entretenimiento que proporciona Tierra 2.
El volumen incluye los números 8 a 11 de Earth 2, publicados originalmente por DC Comics entre enero y abril de 2013. Además de un artículo de Fran San Rafael, el único contenido extra son las portadas originales, obra de Yildiray Cinar para el número 8 (la que sirve de cubierta a la edición española), Nicola Scott para los número 9 y 10, y Brett Booth para el 11.