‘La posada del Trigon. Yaya Baba’, de Iván Sarnago y Gonzalo Díez ‘Chapu’

Editorial: Grapa!

Guión: Iván Sarnago.

Dibujo: Gonzalo Díez Chapu.

Páginas: 16.

Precio: 2,50 euros.

Presentación: Grapa.

Publicación: Abril 2014.

La sana locura de Iván Sarnago, esa que convirtió #Chica de serie B en una sorpresa tan agradable como rocambolesca, ya tiene un nuevo vehículo en el que volcarse: La posada del Trigon. Con dibujos de Gonzalo Díez Chapu, Sarnago hace de esta primera historia de la serie, Yaya Baba, un batiburrillo surrealista que incluso siendo un compendio de todas sus virtudes como autor, condensado en estas pocas 16 páginas, no deja de sorprender a cada viñeta, a cada diálogo y a cada idea absurda que se le ocurre para dar forma a la historia. O no dársela, ojo en ese sentido al delirante final del relato. El invento arranca dentro del género fantástico y acaba tocando palos muy diversos entre los que no duda en incluir referencias culturales de todo tipo (merece la pena no desvelar ninguna de ellas para que la sorpresa sea mayor, aunque dan ganas de alabar sin medida el memorable retrato que hacen Sarnago y Chapu de una de las figuras de la televisión de los últimos años). Y la combinación entre elementos fantasiosos y la comedia más gamberra, incluso rompiendo la cuarta pared de las viñetas como tanto la gusta a Sarnago completa una lectura tan divertida que casi parece mentira que todo entre en sólo 16 páginas.

La clave está en que Sarnago no se priva de nada. Se hace difícil imaginarle descartando alguna idea por absurda, exagerada o excesiva. Y esa desvergüenza, entendida en el mejor de los sentidos, es lo que hace que su humor funcione con tanta frescura. Hay toques de parodia de género que no se quedan en el entorno en el que se desarrolla la historia o los arquetipos que utiliza para los personajes, hay humor absurdo tanto en los diálogos como en las situaciones que imagina, hay alusiones divertidísimas a elementos inconfundibles de la cultura popular. La mezcla, efectivamente, es delirante. Es como si Dentro del laberinto o Cristal oscuro se cruzaran con la mencionada #Chica de serie B. Y una vez que se entra en el juego que propone Sarnago es imposible escapar a la propuesta. Eso conduce a que la escasísima extensión de la historia sea un arma de doble filo. Por un lado, es admirable la cantidad de elementos que hay en tan poco espacio. Por otro, sabe a poco y deja con ganas de mucho más. Es evidente que el objetivo de Grapa! pasa por ofrecer justo esto, con lo que en realidad, no hay debate alguno. Lo que hay es un sincero disfrute y entretenimiento prácticamente garantizado.

El estilo como dibujante de Chapu es bastante cercano al de Sarnago, con lo que en realidad no se rompe la unidad ni hay un gran salto con respecto a lo que este segundo ya mostró con mucha eficacia en #Chica de serie B. Chapu Díez quizá es algo más esquemático que Sarnago en algunos momentos, pero su dibujo cumple con el doble objetivo de convencer en sus diseños de fantasía y combinarlos con la necesaria caricatura que requiere la parodia. No olvidemos que estamos ante una historia protagonizada por un dragón inglés con bombín, una especie de hada alada y una especie de animal con poderes mágicos y un sombrero de hechicero de llamativos colores que se embarcan en la aventura de localizar a una extraña bruja. Chapu recoge con acierto las chanzas del guión de Sarnago para recrear incluso algún que otro chiste picante y sexual en el marco de un relato de aspecto infantil pero que sigue la misma línea que la obra más conocida de su autor. ¿Y eso que quiere decir? Que La posada del Trigon. Yaya Baba es un tebeo descarado y divertido, realizado con mucha imaginación y sin ninguna contención a la hora de escribir chistes.