Guión: Steven Grant (basado en el guión cinematográfico de Frank Miller).
Dibujo: Juan José Ryp.
Páginas: 216.
Precio: 20 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Noviembre 2007 (segunda edición, diciembre 2013).
Muchos se sintieron algo decepcionados al descubrir el nombre de Frank Miller en los créditos de Robocop 2, película estrenada en 1990, cuando el autor estaba en la cima gracias a sus trabajos con Daredevil o Batman. Es verdad que tenía algunas ideas interesantes y que la película tampoco era el desastre que algunos vieron, pero está por debajo del original que dirigió Paul Verhoeven tres años antes y no era la versión real de Robocop que había escrito Frank Miller. Su guión fue alterado y suavizado en muchos aspectos, porque el estudio lo consideraba imposible de filmar. Así que ante esa imposibilidad, la historia completa, aunque también adaptada por Steven Grant, encontró acomodo en el cómic. Y si esto es lo más parecido a ese guión original de Miller, se pueden entender las reticencias de los productores, por las abundantes escenas de acción, caras de rodar, excesos temáticos y visuales bastante incompatibles con la estricta calificación por edades del cine norteamericano, o la compleja estructura de su planteamiento. Juan José Ryp, con su siempre recargado dibujo, disfruta con el violento entorno que le proponen Miller y Grant para llevar a buen puerto esta historia.
Resulta casi imposible no abordar comparaciones entre este Frank Miller’s Robocop y lo que finalmente fue Robocop 2. En realidad, no comparten más que un esqueleto, el que lleva a la OCP a buscar un Robocop más controlable y un cyborg que pueda sucederle siendo aún más poderoso que él, así como algunas ideas sueltas, pero difieren mucho en objetivos y conclusiones. El cómic ahonda más en la problemática social del Detroit de la saga cinematográfica, algo que se vería con más intensidad en la blanda y más juvenil tercera película, y prescinde de la trama relacionada con las drogas que se apoderó de buena parte del argumento del filme de Irvin Kershner. A cambio, multiplica la acción y eleva exponencialmente la violencia, algo que no puede sorprender a quienes conozcan la trayectoria de Frank Miller, y da un mayor protagonismo a la doctora Margaret Love. Ella es uno de los reclamos sexuales que también se acentúan en esta historia junto a un recurso impensable en la película, el de destrozar en varias ocasiones el uniforme de una agente Lewis que, como personaje, no alcanza la importancia que sí tiene en las películas de Robocop. El guión, en realidad, abraza el caos de una forma más decidida que la versión final que se vio en la gran pantalla, elimina toda sutileza y se convierte en un entretenimiento salvaje y disfrutable dentro de esas reglas.
Ryp, siempre con un estilo muy cargado de líneas, pliegues y detalles que se ha convertido en su marca como dibujante, se sumerge fácilmente en ese caos que propone el guión y obliga a repasar una y otra vez sus viñetas, especialmente las de las escenas de acción, para captar todos los elementos que es capaz de meter en cada una de ellas, por pequeño que sea su tamaño. Y también hay un evidente disfrute por parte del ilustrador en el reclamo visual que suponen dentro del guión la doctora Love y la agente Lewis, parte ineludible del desmadre surgido de la imaginación de Frank Miller. El cómic, al final, es una atractiva rareza por su origen y una disfrutable gamberrada, lejos de las mejores historias del creador de Ronin, Batman. Año uno o 300 (a la que hay una referencia evidente en uno de los diálogos, el juego para el lector es saber si Miller ya la había incluido aquí pensando en la película de 1990 o si es un guiño de Grant a la hora de adaptarlo en este cómic, que comenzó a publicarse cinco años después de la versión en viñetas que Miller hizo de la batalla de las Termópilas), pero lo suficientemente atractivo como para complementar el universo cinematográfico de Robocop y satisfacer a un lector ávido de lecturas descontroladas.
El volumen incluye los nueve números de la miniserie Frank Miller’s Robocop, editados por Avtar Press entre julio de 2003 y enero de 2006. El recopilatorio lo publicó la misma editorial en febrero de 2007. La edición española incluye como contenido extra las nueve portadas originales que hicieron tanto Frank Miller (la del número 1 sólo aparece reproducida en la cubierta del libro, y la del número 4 está en el interior y en la contraportada del tomo) como Juan José Ryp.