Guión: El Torres.
Dibujo: Juan José Ryp.
Páginas: 104.
Precio: 16 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2010.
La tópica animadora rubia norteamericana, tan exuberante como poco ilustrada, va al infierno después de ser asesinada. Sin medias tintas, ese el alocado argumento de Nancy in Hell, un cómic que vivió toda una odisea para ser finalmente publicado, tanto en España por la editorial Dibbuks como en Estados Unidos bajo el sello Image. Es una aventura gamberra y gore ideada por El Torres y Juan José Ryp, dos autores que proponen una diversión sin complejos y un nostálgico homenaje a las películas de terror de los 80. Ryp y El Torres eran amigos cuando, en el año 2000, consiguieron publicar los dos primeros capítulos de la serie en la revista Trece, de la desaparecida editorial Megamultimedia. Pero la revista cerró y la saga de Nancy en el Infierno quedó inacabada. El Torres fue quien intentó durante años que fuera publicada y completada, pero tuvo que hacerlo con una mínima participación de Ryp. La obra la completaron Fran Gamboa y Antonio Vázquez, de Malaka Studio, mientras que Ryp añadió las nuevas portadas y la página doble final.
Nancy in Hell es, ante todo, un homenaje a las películas de terror de los años 80, en especial a las de serie B y a sus scream queens, las actrices que se convertían en víctimas de los diferentes asesinos y psicópatas de este tipo de cine. Nancy, que debe su nombre a la popular muñeca española, encaja a la perfección en ese manido pero siempre atractivo tópico, una animadora con poca ropa tan malhablada e inculta como físicamente despampanante. La novela gráfica empieza con Nancy contando cómo ha llegado al infierno. Lo que acontece a partir de ahí es su intento de escapar de allí junto a un aliado de lo más inusual, el propio Lucifer. El Infierno que Nancy se encuentra tiene muchas referencias del lugar descrito en la Biblia. Torres explica, en una entrevista concedida a la web Newsrama, que eso se debe a que Nancy es occidental, aunque el lugar no es demasiado canónico y se acerca, como dijo El Torres una vez, al infierno que imagina todo aficionado al heavy metal, lleno de alcohol, chicas fáciles y rock and rollo.
La historia resulta tan sencilla de seguir como bien construida para cumplir el único fin que se plantea, entretener al lector. No hay aquí un terror psicológico o profundo, como el que el propio Torres explotó en El velo, sino sensaciones mucho más primarias y directas. Es, dicho claramente, un divertimento gamberro que juega con el físico de su protagonista como mayor reclamo, una diversión extravagante en la que destaca una ausencia absoluta de límites de sangre, pero siempre jugando con una violencia transgresoramente divertida. Las referencias teológicas y mitológicas dan al descaro de Torres y Ryp el mejor entorno posible para desarrollar esta desenfrenada historia. Inspirado por el infierno imaginado por Gustavo Doré en sus ilustraciones, Torres y sobre todo Ryp añaden la percepción de ese escenario como algo orgánico y vivo.
Ryp despliega en las 45 páginas que dibuja dos de las bazas que le han hecho últimamente tan popular en el cómic americano: las mujeres atractivas y la violencia. El acabado del ilustrador no es tan perfecto como el de trabajos posteriores, se nota que cuando dibujó Nancy in Hell era todavía un artista en formación, aunque eso no impide que deje algunas viñetas formidables. Recolorear la obra también ayuda a disimular que se trata de un cómic obra de auores todavía inexpertos, pero en conjunto sigue siendo una labor artística notable. Las páginas que no son de Ryp siguen su estilo y cumplen con dignidad, aunque se ven claras diferencias entre unas y otras. En este cóctel explosivo ideado por Torres y Ryp no falta de nada: diablesas atractivas, una animadora armada con una motosierra, Caronte con su barca, una representación de Dios y mucha sangre, mucha violencia y un toque de pícaro erotismo. Con esos ingredientes, la diversión está más que asegurada.
El volumen de Dibbuks incluye como contenido extra una galería de ilustraciones que contiene tres de las cuatro portadas originales de la serie en Estados Unidos (la ausente, la del número 2, es la que utiliza el recopilatorio como cubierta), una ilustración de Ryp para la cubierta de la revista Trece y dos dibujos de homenaje realizados por Yair Herrera. Aún siendo un cómic español, Nancy in Hell apareció primero en Estados Unidos como miniserie de cuatro números, que Image publicó entre agosto y noviembre de 2010, mientras que en España apareció en un solo volumen. Cuando fue concebida la historia, Nancy in Hell debía ser la primera parte de una trilogía, algo que queda claro con el final abierto y apocalíptico del volumen. De momento, ya se ha publicado en Estados Unidos la segunda parte, Nancy in Hell: On Earth.