Stan Lee es el creador de buena parte del Universo Marvel original y eso le convierte en una figura indispensable de la historia del cómic. El cine lleva años agradeciéndoselo con breves cameos en las películas basadas en los personajes que él creó. Ya se han convertido en clásicos y uno de los elementos que todo fan busca en estos filmes. Es un reconocimiento a su incalculable trabajo en el mundo del noveno arte, y para los productores una forma de decir al público que está tratando con respeto a sus personajes favoritos. En los últimos quince años, han sido ya 17 los cameos de esta más que reconocible figura del cómic. Aunque el público ya se ha acostumbrado a ver a Stan Lee en las películas más recientes, pocos saben que su primer cameo data de 1989. Fue en la película televisiva El juicio del increíble Hulk, donde forma parte del jurado que asiste atónito a la transformación de David Banner en Hulk. En esa escena comparte protagonismo con el Hulk original, Lou Ferrigno. Y con él aparece, catorce años después, haciendo su cameo en Hulk, la película que dirigió Ang Lee en 2003. Ambos son guardias de seguridad. En este filme es donde se oye la voz de Stan Lee por vez primera en sus cameos.
Para cuando se estrenó Hulk, Lee ya había aparecido en tres películas: X-Men, Spider-Man y Daredevil. En la primera entrega de los mutantes (Bryan Singer, 2000), protagonizó un cameo nada fácil de apreciar como un vendedor de perritos calientes en la playa. X-Men 2, dirigida por Singer en 2003, fue la primera ausencia de Stan Lee en películas en las que hay personajes creados por él. La segunda fue también en la saga de los mutantes, en X-Men. Primera generación (Matthew Vaughn, 2011). Aunque es parte esencial de la franquicia mutante, tampoco aparece en las películas de Lobezno, ni la que dirigió en 2009 Gavin Hood como inicio de la frustrada serie X-Men orígenes, ni en Lobezno inmortal (James Mangold, 2013), pero es que Stan Lee no creó al personaje, obra de Roy Thomas, Len Wein y John Romita Sr. Donde sí apareció el reconocido padre del universo Marvel es en X-Men 3. La decisión final (Brett Ratner, 2006), donde da vida a uno de los vecinos de la familia Grey que sufre el efecto de los poderes de la joven Jean en la escena inicial, cuando Xavier y Magneto reclutan a la joven mutante.
Antes, en Spider-Man (Sam Raimi, 2002), es él quien salva a una niña de ser aplastada por unos escombros que caen a causa del ataque del Duende Verde en Times Square. En la secuela de esta película, de 2004 y también dirigida por Raimi, el cameo de Lee es un déjà vu del anterior, aunque en esta ocasión es una mujer la que se libra, gracias a él, de que le caigan unas piedras encima, ahora lanzadas por el Doctor Octopus. Con su aparición en la tercera entrega de Spider-Man, en 2007, Stan Lee casi parece hablar de sí mismo y de su labor en el mundo del cómic cuando se acerca a Peter Parker (Tobey Maguire) y le dice: “Yo creo que una persona sí puede marcar una diferencia”. Y cierra la escena con su mítico «nuff said». El reboot de la franquicia, con The Amazing Spider-Man (Marc Webb, 2012), le presenta como un bibliotecario tan absorto en su música clásica que no ve la brutal pelea entre el héroe y el Lagarto que se produce a su espalda.
Sus mejores cameos son los que protagonizó en las dos películas de Los 4 Fantásticos dirigidas por Tim Story. En la primera de ellas, de 2005, Lee interpreta a su primer personaje de cómic. Pone cara y voz a Willie Lumpkin, cartero del Edificio Baxter, en el que vive el grupo de superhéroes. Su frase de guión le sirve para interactuar brevemente con Mister Fantástico (Ioan Gruffudd) y la Mujer Invisible (Jessica Alba). En Los 4 Fantásticos y Silver Surfer, de 2007, Stan Lee hace nada menos que de sí mismo. Intenta acceder a la boda de Reed y Sue, pero el encargado de seguridad no se cree que sea él. El propio Lee escribió el cómic en que los dos héroes se casaron, el Annual número 3 de Fantastic Four, publicado en 1969. En Daredevil (Mark Steven Johnson, 2003) va leyendo el periódico distraídamente y el joven Matt Murdock, ya con los superpoderes que le convertirán en el superhéroe ciego por antonomasia, le salva con su bastón de ser atropellado por un camión.
Por supuesto, Stan Lee ha tenido un gran protagonismo en la fase uno de las películas de Marvel Studios, las que desembocaron en Los Vengadores. Las dos películas de Iron Man de Jon Favreau le permitieron personificar a dos famosos. En la primera, de 2008, aparece acompañado de dos atractivas mujeres y vestido como Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy. En la segunda, de 2010, interpreta al periodista Larry King, ante la cámara y llevando sus famosos tirantes. En El increíble Hulk (Louis Letterrier, 2008) bebe un refresco contaminado con la sangre de Bruce Banner, alter ego de Hulk. En Thor (Kenneth Branagh, 2011), es uno de los hombres que intenta mover el martillo del Dios del Trueno, con su vehículo. En Capitán América. El primer Vengador (Joe Johnston, 2011), fue un militar que confunde a un tipo con el propio Capitán y dice «pensaba que era más alto». Su cameo en Los Vengadores (Joss Whedon, 2012) se cambió a última hora. Su escena inicial, diciéndole a Steve Rogers que le pidiera el teléfono a una camarera, se quedó en la sala de montaje, por lo que se le incluyó casi en la última, como uno de los ciudadanos que opina en televisión sobre el grupo de superhéroes. Y también está ya en la fase dos, con su presencia en Iron Man 3 (Shane Black, 2013) como un entusiasta jurado en un concurso de belleza femenina.
En este vídeo están incluidos todos los cameos a excepción de este último.