CÓMIC PARA TODOS

‘Black-Box’ 1, de Tsutomu Takahashi

Editorial: Norma.

Guion: Tsutomu Takahashi.

Dibujo: Tsutomu Takahashi.

Páginas: 96.

Precio: 17 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2024.

Estamos muy acostumbrados a ver el mundo del boxeo como centro de historias de ficción, y generalmente de historias de muy alto nivel. En el cine los ejemplos son incontables, apoyados sobre todo en dramas humanos y en emocionantes combates. Pero cómic y manga no se quedan atrás. El ejemplo que tenemos entre manos, Black-Box, es perfecto para añadir un título más a esa extraordinaria relación que hay entre el deporte de pelea por excelencia y la narrativa de ficción. Son historias en apariencia limitadas, pero Tsutomu Takahashi consigue frescura aproximándose al escenario más o menos previsto desde la personalidad de su protagonista: no es alguien que caiga bien desde el principio, y que además tiene una historia personal de fondo que genera más desconfianza que otra cosa. El gran acierto de Takahashi es incorporar a un personaje femenino, una periodista, que es quien se convierte en la conciencia del lector, ella es quien va marcando qué podemos pensar de este aspirante a campeón del mundo en todos sus aspectos, y con la relación que se entabla entre ambos vamos metiéndonos un poco más en sus pretensiones y en los obstáculos que van surgiendo. Aquí es donde Black-Box es bastante diferente de otras historias de boxeo, y donde su primer volumen de esta edición integral encuentra los aspectos más originales, por el rival que se le aparece.

Esa frescura de la que hablábamos es el gran reto de Takahashi en una obra como esta, y sale bastante airoso del mismo si tenemos en cuenta lo que decíamos al comienzo, que el boxeo es un deporte muy narrativo. El autor imagina un protagonista muy interesante, precisamente porque tiene un carácter competitivo muy pronunciado, pero desde una personalidad distinta de lo habitual. La única ambición de Ryoga Ishida es ser campeón, y no le importa nada más. Si eso provoca que al comienzo se le considere como el boxeador virgen porque no se ha acostado con ninguna mujer, no le importa. Si eso implica que se le tache de asesino por tener un pasado familiar relacionado con distintos crímenes, le resulta irrelevante. Es un personaje orgulloso y altivo, y así se presenta ante los demás. Y la periodista que le sigue lo percibe de esa manera, un poco como portavoz de los propios lectores. Pero poco a poco vamos descubriendo más sobre este boxeador, sobre sus motivaciones, sobre su familia, y ahí es donde todos nos vamos amoldando a lo que le va sucediendo a Ryoga. Puede asustar lo voluminoso de este libro, pero es tan fluido lo que nos está contando que entramos muy bien en el juego, y lo hacemos además por la vía de lo humano más que por la deportiva, lo que hace que se abra el abanico para lectores de distintas procedencias.

Otro aspecto que destaca en Black-Box es uno que casi damos por sentado, pero que no es tan fácil de conseguir: las escenas de boxeo tienen que ser espectaculares. Y en el caso de este manga, con un añadido más, y es que no estamos hablando de un manga puro de boxeo, entramos en terrenos de combate distintos en muchos sentidos. Black-Box juega mucho con la estrategia de combate, y eso le permite un dinamismo muy espectacular. Eso y la propia caracterización de los personajes son las bazas esenciales de este manga, y es algo que, además, evidencia que Takahashi sabe evolucionar el relato para que el lector reciba sorpresas continuas. Hay técnicas muy bien explicadas, hay personajes que contribuyen a eso, y se agradece que, en ese sentido, todo tenga un sentido claro. Cuando el protagonista gana un combate, sabemos cómo sucede, y eso es fundamental hoy en día, precisamente porque hemos visto ya muchos combates de boxeo de ficción. Takahashi se maneja bien, intriga con la historia, tiene personajes sobre la mesa que pueden darle mucho juego, y de hecho se lo dan hasta este punto, y deja muchas puertas abiertas para que haya más que leer en los próximos episodios. Cuánto sigue teniendo que decir el boxeo en la narrativa popular si hay historias como esta.

Kodansha comenzó a publicar Black-Box en 2016.

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Esta entrada fue publicada en 11 junio, 2024 por en Manga, Norma y etiquetada con , .

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